La Consejería de Educación excluye a FASI del 'Plan de Altas Capacidades Intelectuales'
La Federación Andaluza de asociaciones representativas de este alumnado denuncia que el Plan no se está desarrollando según lo previsto.
El pasado 4 de octubre se aprobó en Consejo de Gobierno el Plan de Atención a las Altas Capacidades Intelectuales en Andalucía, refrendando el compromiso adquirido el 14 de febrero por parte de la Consejería de Educación en la persona de su Consejero. Ese día reconocía ante los representantes de las familias que este colectivo era el más ignorado en educación y que este ambicioso plan, dotado de 4.3 millones de euros, serviría para paliar ese olvido. Para ello contaba con la participación de las familias.
Transcurridos diez meses desde su presentación, FASI ha constatado el incumplimiento sistemático de ese compromiso con las familias que apoyaron un Plan en el que habían participado activamente, que no han sido informadas en ningún instante de las acciones que se han puesto en marcha hasta la fecha y, tampoco se ha contando con ellas para la creación de una comisión de seguimiento, fundamental para evaluar la aplicación efectiva del Plan. En el texto publicado en el BOJA se ha borrado el siguiente literal, que sí venía escrito en el Plan que se nos presentó en febrero: «A tal efecto, se creará una comisión de seguimiento del plan que se reunirá anualmente y, en todo caso, al finalizar la vigencia del Plan. Esta comisión estará integrada por representantes de todos los agentes implicados». El Consejero de Educación Sr. Álvarez de la Chica, en su presentación a los padres afirmó que los padres y madres tendrían derecho a estar en esta mesa de educación, pero lo firmado en Consejo de Gobierno y las actuaciones llevadas a cabo están sacando a relucir que al colectivo de familias se les ha mentido.
Asimismo se incumplen varios de los objetivos más importantes, como es la ayuda para la realización de actividades extraescolares, en la que FASI es sistemáticamente discriminada respecto a otros colectivos con necesidades específicas de apoyo educativo. También se incumple el objetivo de reformar la normativa para adecuarla al nuevo marco conceptual, un paso decisivo para la efectiva implantación del mismo. No se puede exigir el cumplimiento del Plan si no hay normas que lo regulen.
Por otro lado, FASI muestra su total desaprobación al protocolo de detección que se ha puesto en marcha desde Consejería, sobre el que tampoco recibió información alguna. La Federación exigía pruebas sistemáticas objetivas para poder acercarnos al objetivo de atender al 10 por ciento del alumnado. Sin embargo, se anteponen unas pruebas subjetivas en forma de cuestionarios a rellenar por los progenitores y por los tutores que, en los cambios de ciclos, no conocen al alumnado lo suficiente como para responder con fiabilidad. FASI entiende que este filtro es especialmente desafortunado y que provocará una criba enorme que impedirá la detección de los distintos perfiles de excepcionalidad. Actualmente los profesionales de la Consejería tienen detectados únicamente al 0,005 por ciento de los niños con Altas Capacidades Intelectuales y, específicamente, no se trabaja con la mayoría de estos.
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